2015/02/13

MAQUIA 2014.10 - Kame Camera

VOL. 42 Mínimo 

「Me gustan las circunstancias en las que no llevo nada. Porque si tienes lo mínimo, te vuelves más hambriento.」

Foto por Kazuya Kamenashi
Este es el barco al que nos subimos en el programa de Aomori de "KAT-TUN no Sekaiichi Tame ni Naru Tabi!". En este programa está prohibido usar el dinero y las cosas que nos mandan a hacer son duras... Siempre estamos teniendo problemas. Siempre que nos topamos con la calidez de las personas que son amables con nosotros, realmente siento como que todos los días somos bendecidos de alguna forma.

   Después de 2 años sin hacer ninguna, hemos empezado una gira en ese lugar tan importante en el que hace 12 años dimos nuestro primer concierto en solitario: el Tokyo International Forum. Aunque acabamos de empezar, ya pienso que es una gira en la que la esencia de KAT-TUN destaca. Podemos producir algo que no se puede hacer para cientos de miles de personas y cada vez más, cada miembro podemos expresarnos libremente por separado. Precisamente porque en ese recinto los 4 tenemos las condiciones mínimas, desafiamos el máximo actual y por eso tenemos la sensación de que hemos encontrado nuevos conocimientos y habilidades.
   Como Kamenashi Kazuya en sí, también me gusta estar al mínimo. Ni odio estar limitado. Por ejemplo, creo que podría pasármelo bien si me dijeran de vivir durante un mes en una habitación de 6 tatamis con 100.000 yenes. Con respecto a la ropa, elegiría 3 cosas de mis favoritas de la parte de arriba y abajo y me divertiría convinándolas de manera distinta. ¡Aunque la habitación sea pequeña, quiero poner una cama! Eso es sagrado, así que no dejaría que nadie se sentase en ella durante el día. Y al lado de la cocina haría un pequeño comedor. Ya me lo estoy pasando bien con sólo imaginármelo (risas).
   Creo que realmente puedo disfrutar de una vida con lo mínimo porque cuando era pequeño, no éramos muy ricos. Éramos una familia muy grande que vivía en una casa pequeña y yo siempre estaba en una situación en la que no podía tener lo que quería. Pero en ese momento no era muy consciente de que en mi casa éramos pobres. Comíamos carne barata rebajada, pero la comida de mi madre estaba muy buena. También, en los viajes familiares, como no podíamos quedarnos en un hotel, nos íbamos de camping, pero eso era superdivertido. Montar la tienda de campaña, preparar la comida, jugar en el río; era todo una aventura. Si ahora pudiese elegir, lo más probable es que eligiese ir de camping en vez de a un hotel (risas). Mi padre nos enseñó de manera natural el arte de disfrutar de un entorno con lo mínimo. Como es una persona que en sean cuales sean las circunstancias, usa el dinero en otra gente en vez de en sí mismo, nosotros, los hermanos, nunca pasamos hambre. Aunque aspiraba a tener una casa más grande, siempre he sido feliz.

Sin este trabajo, no podría ser "Kamenashi Kazuya".

   Por eso creo que yo no soy tacaño. A penas me atrae el dinero. Yo ni si quiera sé cuánto tengo en total (risas). Es más, soy del tipo que casi no tiene dinero metido en la cuenta que utiliza normalmente. Porque así me puedo esforzar más si siempre está vacía. Es cierto que seguramente si se vive al mínimo, se pase hambre. Por supuesto, me alegro de que en los viajes pueda quedarme en hoteles buenos y que pueda vivir en una casa grande. Pero ya sabéis, puedo disfrutar de gastar el dinero porque el principio por el que me rijo consiste en esforzarme mucho para corresponder ese disfrute. En los momentos en los que aflojo y no trabajo, no me siento bien viviendo en una buena casa o quedándome en un buen hotel. Esas veces, voy al espejo y me dirijo a mí mismo. Regaño al yo que está dentro del espejo diciéndole "¡¿Qué haces?! Como no te centras, no vas a tener derecho a quedarte aquí" (risas). Me trato a mí mismo como si fuese otra persona. Creo que gracias a que me esfuerzo en el trabajo existe "Kamenashi Kazuya". Por eso, para ser yo mismo, puede que lo mínimo que necesite no sea el dinero, el amor o a mi amada familia, sino el "trabajo". Esto es diferente a decir que lo más importante es el trabajo. Hablando de eso, hace tiempo, alguien importante de la agencia me preguntó hipotéticamente "¿Tú qué escogerías, el trabajo o el amor?", respondí imediatamente "Los dos" y se enfadó conmigo (risas). No sólo con el amor, sino que tampoco puedo comparar el trabajo con las relaciones que tengo con la gente que me importa. Todo está conectado y es un apoyo para mí. Y ahí el trabajo es el pilar principal que mantiene mi equilibrio. Es precisamente porque hay personas que son importantes para mí, que por ejemplo, si no tuviese este trabajo, quisiera ser siempre yo mismo y trabajar con todas mis fuerzas.


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