2014/02/22

MAQUIA 2013.08 - Kame Camera

VOL. 29 Viaje

「Cuando viajo a donde me dicta el corazón, mi sentido del olfato se vuelve más agudo y me encuentro con incidentes inesperados.」

Foto por Kazuya Kamenashi
Mientras estaba grabando en las calles de París, por casualidad, delante de una casa totalmente blanca que vi, había unas chicas sentadas hablando. Pensé que era una escena bonita y mientras preparaba la cámara, hasta un gato se asomó por ahí (risas). El que las cámaras puedan capturar ese tipo de instantes casuales me hace feliz.

   He viajado mucho en la primera mitad de este año. París, Italia, de Los Ángeles a Nueva York... En L.A. visité una bodega y bebí vino y en N.Y. vi un musical. Ser capaz de participar en un festival de cine en Italia es un recuerdo inolvidable. Cada lugar tiene un ambiente original y me gusta, pero sin duda, creo que para mí, mi lugar especial es París. Extrañamente, cuando estoy en París, me ablando. Aunque es una gran ciudad, mientras absorbo el gran estímulo que produce la belleza y cultura de las calles, me siento cómodo. Es como que de forma natural me vuelvo más activo. Voy a museos de arte, leo un libro mientras me tomo un té en una cafetería o voy al marché de compras.
   Hace poco subí a lo alto de la Torre Eiffel. En el ascensor subes en unos segundos pero si subiera a pie, al ver el paisaje de París desde la cima, me sentiría como "¡Yo he conquistado esto!" (risas). Sí, quiero hacer la ciudad de París como otro "lugar al que volver a casa" más.
  Cuando era un niño, como soy del distrito de Edogawa, al entrar en la Johnny's, aunque me sentía nervioso por ir tren solo, fui capaz de ir a Shibuya. Shibuya, que hasta ese momento estaba tan lejos, se convirtió en mi lugar de residencia. Al igual que esa vez, creo que quiero conocer y caminar por París más y más. Voy cuando quiero ir y quiero pasar el tiempo como si viviese ahí. Quiero hacer que París sea mi realidad.
   El que me atraiga París tanto es también por el hecho de que París fuese el primer lugar en el extranjero al que decidiese ir por mí mismo. Eso fue poco después de debutar, cuando con 20 años estaba con la fiebre de que KAT-TUN era "algo que está de moda" (risas). En el momento en que sentía mucha presión por estar muy ocupado y por el cambio de ambiente, visité París para asistir a la boda de un estilista que conozco. Milagrosamente estuve una semana entera y durante unos dos días me estuve moviendo solo. Estando nervioso, me subí al metro y andé por la ciudad; y como por primera vez tuve ese tipo de aventura, siento un profundo vínculo con París.
   Yo creo que lo esencial de un viaje son los repentinos encuentros casuales. Para empezar, es porque existe el destino, que he visitado esa tierra. A dónde vaya y con qué me encuentre; como quiero apreciar las casualidades, planifico lo menos posible, y me muevo como me dicte el corazón. Si me levanto por la mañana y me apetece estar un día entero en el museo del Louvre, quiero hacerlo. Aunque es un viaje, siempre acabo pensando que sería un desperdicio hacer muchos planes. En esos momentos no puedo ser atraído por nada que no sea lo que me está pidiendo el corazón. Para poder moverme como se me antoje, hago mi equipaje lo más pequeño posible y miro un mapa o leo una guía para aumentar mi curiosidad pero no me dejo llevar por ellos. Le hago fotos paisajes que no cambian, como a los edificios, pero quiero capturar con mis propios ojos los paisajes que cambian hora tras hora como al atardecer. Si viajo así como el viento, mi olfato como persona mejora y me encuentro con incidentes inesperados.

El viajar a un país extranjero es algo necesario para el ser humano Kamenashi Kazuya.  

   Creo que lo que yo ansío de un viaje es una especie de "miedo". Aunque no es que quiera ser involucrado en un gran accidente (risas). Quiero saborear un nerviosismo normal en mi vida cotidiana. Cuando se tiene este trabajo, la vida cotidiana en Japón es poco realista. La empresa tiene un control absoluto de mi agenda; eso no es normal, ¿verdad? En los países extranjeros a los que voy puedo ir en tren libremente y puedo andar a mi antojo por la ciudad; sólo eso es un subidón de adrenalina para mí. Siento que el "sentido natural" que normalmente no uso está siendo pulido. Supongo que viajar es una cosa necesaria para el ser humano Kamenashi Kazuya.
   Quiero seguir como ambos, como el Kamenashi Kazuya de KAT-TUN y como el ser humano Kamenashi Kazuya. Hay muchas complicaciones y creo que es algo muy difícil pero... Creo que es porque para que el Kamenashi de KAT-TUN crezca mientras brilla, es esencial e indispensable que siga viviendo como el ser humano Kamenashi. De ahora en adelante también, mientras viaje quiero crecer mientras voy y vuelvo de mi forma usual e inusual. 







Después de leer esta Maquia me extraña que a Kame no le haya dado el Síndrome de París. Un trastorno psicológico que suele darle sobre todo a japoneses cuando van a París y se dan cuenta de que no es una ciudad tan bonita y mágica como se la imaginaban xD

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